El deterioro ambiental ha traído consigo la reflexión sobre el impacto del elevado consumismo en diferentes contextos comerciales, a partir de la necesidad de hacer un alto en el camino se han ido creando nuevas opciones con gran acogida en el cual surgen productos orgánicos y ecológicos con muy buena acogida, así mismo también ha surgido un movimiento económico y social en el cual cada vez es mas importantes apostar por el reciclaje y reutilización de productos. Una forma visible de esto es el mercado de la ropa usada sea vintage o no.
La presencia cada vez mayor de tiendas de segunda mano o vintage posibilita beneficiar el presupuesto e interés económico de cada persona a la vez que se obtiene la opción de adquirir prendas o accesorios únicos alargando la vida útil de los mismos, evitando desechos textiles innecesarios que a la final terminan por afectar el planeta tierra.
Si bien comprar ropa vintage o de segunda mano puede representar un ahorro significativo no siempre significa que se compre con menos dinero, ya que hay prendas en el mercado, que por sus características, historia, calidad, marca, estilo etc. pueden tener costos especiales.
Hace algunos años y tal vez un poco hoy en día, la actividad de comprar ropa de segunda mano se asociaba a personas de bajos recursos, pero hoy día cada vez hay mayor cantidad de personas que ven esta actividad como una forma mas de incrementar o cuidar la economía.
